viernes, 23 de septiembre de 2011

LA AGÓNICA


Sollozo esparcido en las paredes
Amedrentando mi voz
Cuajándose en la garganta
Sollozo y postrimería del alma que expulsa una boca
Boca densa asediada de montaraces
Una boca ruinosa explotando sus dientes
Y seduciendo a la tumba con su lengua.
Es una morada sin embargo no es ajeno a un sepelio
Las miradas torvas andan aladas sobre las cabezas
Y lengüetas de polvo suben y bajan por la espina dorsal,
Lastimosamente estas paredes son tumbales
El llanto desperdigando los ojos lo ha hecho
El piso se llena de las sombras de flores entumidas de frío
Frío que sale del llanto horroroso de la agónica
De su Azarosa melena negra de reflejos blancos
De sus ojos abiertos y asustados
Desde donde veo un poco del reflejo
de sus antepasados turbios.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Soledad de agua



Me voy con una pena acongojada
en el centro de mi esencia de marmol,
¿Cuándo me iré?...
Tic tac…tic tac…
el reloj gorjea sobre el velador de cera,
El péndulo se revuelca por segundos estancados
en sus indeterminables oposiciones,
El tic tac se opone a ceder clemencia,…
insomne,
ojos deslumbrados sin lubricacion en las pupilas,
pasa el tiempo sobre la nuca perturbada,
Insomne,
moribunda entre el techo y la almohada.
Un espectro en la ventana estampa sus manos
en el cristal soporífero,
Una viga en las afueras se desprende de su techo,
La marea nocturna paladea en la cama ,azulada…
Insomne,
pordiosera del ensueño,
insomne,
¡pobre…!
En un parpadeo eclíptico se cierran las cortinas,
la luz se deja afuera,
la oscuridad dentro
con esos hálitos de buho enfermo,
una rama carraspea sus hojas ahuecadas
y golpea en la ventana,
insomne,
callada,locuas,
la memoria parda,
insomne…
Un plan cefálico cubre de pus  las sábanas catalépticas,
suben las espinas por las escaleras,
con esas zancadas terrosas,
no traen flores,
traen muerte,
insomne,
adolorida,
insomne,
 sumida.

Gritos en tinta


Lo que digo ahora es lo que padezco siempre
Es la clave para mi dicha,
El mortal párrafo secundado,
La diáfana manera de atraer al suplicio.

Maneras de hablar hay muchas,
Tonos precisos,
frases adecuadas,
Otras fuera de control,
algunas gritan,
Yo por otra lado,
Por el lado que me convoca a esta oscuridad
Escribo,
Sin detener la marcha de mi mano.

Conozco las sobras que impartió Dios
Sus miserias abonadas en la tierra mia,
Pobres campos que ensucio con mis cantos,
Y pobre alma que bebe sorbos de ignea ginebra
Y luego vomita retorciendo su esencia perdida.

Hablo como solo habla el muerto
Hablo con la soledad entre los labios,
Me dirigo al espejo roto,
Al trizado,el nublado de manchas,
Y hablo bajo la férula poética,
Que llevo incrustada
Como rayo en tormenta.

Un fértil maníaco encuentro entre mis brazos
Acaba de despertar de un pequeño sueño
El ruido encrespado del silencio
Cayó sobre esos oídos
Obligando a abrir los ojos,
¡Fue libre! 
llora el último sueño adorado,
Crece errante,espinoso.

Yo tomo los versos y los devoro
Dentro de mí los trituro,
Los animo a regenerar sus cuerpos nobles
Y vuleven a ser usados con otros tonas
más sufridos y distantes,
oh,poeta como amo esta locura impuesta
naci en paredes pequeñas
hoy recorro largas paredes ralladas en mi mente
donde vivo yo y la tinta que emano.

Asi es,sabra el mundo que desnudo mi alma
Escándalos por doquier,
De esta loca a menester,
Oh,espanto de espantos,
Soy la daga afilada
Mis venas se abren a mirar por mis muñecas
Y las bebo,vampírica y romántica,
Trazo las palabras raras
Con tinta negra como fosa
roja como libertinaje
y claras como lo que casi no existe.

viernes, 26 de agosto de 2011

La mosca

  
mis ojos captan tu estremecimiento
como la mosca va ganado el palpito
y como su mustias alas
estorban en tu tímpano,
te adverti del suplicio
de vivir entre el estropicio
dejaste tus manos colgando
en la quietud
herró el cielo bajo tu cabeza
y sus nubes orinaron tu cabellera
deformaste el rostro
como lo haces los días
en que sangras más de lo debido
es ahí, 
entre la sangre
donde la mosca se revuelca
con sus miles de ojos
centelleantes,
desafian la epidermis
desafian la médula
entran hasta el punto extinguido de tu alma
a posar sus patas quisquillosas
para demoler
con su grotesco zambullir
esa alma pura
que no renace
que no se expresa
y por eso se llena de moscas,
el silencio si no se hace palabra
se transforma en mosca,
gimiendo el pecho
sudará tu ahorcamiento
sin gritar, sin mover un rasgo
vi tu melena flexible una noche
en que las calles parecian melosas
a mis ojos
y pensé que por fin movias tu cuerpo
no era asi
era ese viento
que viene cuando se abre la tumba
y la muerte te sale a buscar,
te crei ver punzando tus senos
como la mujer certera que eras
y era la turba de moscas
llevándote en sus zumbidos negros.

Costra



Ves esa protuberancia que desprende oxido?
¿La ves querido?
Si has de amarme es esto lo que veras
De vez en cuando
Cuando la amargura de vuelta
En mi frente presionada,
Ves aquel mole caprichosa
Que es como una llama
Viscosa y roja.
Has de morderme los huesos
Has de lavarme
La sequedad de la herida,
La costra que sulfura tu cabeza
Yo la llevo en el alma,
Sobre mi piel bohemia
Sobre mi sudor cristalizado
En tus sueños,
Sube como la espuma
A mi boca salada
Baja como la marea
A mi inmoral recipiente
Veras mi condena
Veras la dureza de las palabras
Allí tangibles como rocas rojas
Casi divino, sumamente diabólico
Usa si quieres dagas, fósforos o astillas
Usa tus dedos si así lo quieres
Pero escarba en mi herida
Ábrela como si fuera un libro prohibido
Se la pala celestial que me deje libre
De remordimiento,
De mi misma, de mi historia.

Yo te nutro de mi saliva
No soy bella
Es mas,
Me parezco
A los pies de Venus,
Yo te ensueño la razón
Con mi mano frenética
Con mi voz de láudano
Soy una mera elección
Malísima
Malsana
Tu elección,
Primitiva de pechos blancos
Yo te ofrezco mi sombra de sombrero
Y mi piel de alfombra,
No soy luminosa
Mas bien llena de cuevas
Soy tu misma sangre loca
Tu,
Mismo frenesí,
Yo te salvo de mi
Alejándote
Soledoseando mi cuerpo
Para reparar en ti
Cuidar tu todo
De mi nada.


Parada ante ti
Estoy
Mendigando
Alucino contigo
Como si no fuera uno
Sino una turba
ígnea
Que se va sobre mi
Hasta mis más pequeñas
Entrañas,
Arrasando
Con mi vientre
Voy saciada de abismos
A un infierno deleitoso
Lleno de nuestros ojos
Lubricados entre brumas
Que me entran
Por las sienes
Y no pienso en mi
Ni pienso en ti
Sino en ambos
Una sola carne
Oliendo a tajos
Comiendo otros tajos
Que quedaron regados
Sobre la tierra erótica.

Trasmutación


Por casualidad aveces soy un tronco viejo,
Ladeado,
Como invocando al vuelo,
Impreciso en el contorno,
Sin medidas ni colores,
Sólo un tronco viejo.

A mi lado,
El rocío se convierte en pájaros traslúcidos,
Las hojas se vuelven ojos rasgados,
Orientales de pupilas verdes;
A un lado de mi herida un zorzal hace su nido.

Viene de todas partes el viento,
Viene del sur,viene del norte,
Y del norte junto con el sur,
Es un torbellino en la mirada
Lo que derrama tantas lágrimas.

Desde abajo todo se ve grande,
Aunque no lo sea,
Y desde arriba,
No se puede ver nada.

Mente con Agua


Dentro de mi mente hay un océano lleno de peces ,
Alados peces negros,
Que en las alas tiene espinas,
Tocan por dentro de mis sienes con sus bocas ,
Con sus bocas amarillas,

Mi mente huele a chamusquina,
Y mi cara traza mundos nuevos.
Hoy es demasiado día,
Brumas sordas atrapando los cometas,
Algas del cielo cubriendo las estrellas,
Saliva amarga y negra cegando la luna.
Mi hogar es una caldera roja,
Mi hogar es un laberinto.

                                     Puedo olvidar mi nombre
jamás mi desidia,
un simple vágido del aire
despierta todos mis nervios
en extrañas situaciones
que escapan de mi razón.
¿De qué manera puedo decir quién soy?,
alarmar a la población de mi pandemia melancólica,
yo no quiero expandir mis fauces
a la multitud.
Indómito,el pecho se cuaja en sangre,
Miel de alabastro recae en la mejilla,
En la mejilla desvariada,
Tengo pequeño el corazón,
De tanto ver en él dolor,
Mis ojos,tristes frutos secos,
Mis ojos,requieren la compañía,
De un poco de tierra húmeda.
Un poco de tierra en el oído,
Un charco de espuma azul en el corazón,
Estoy bebiendo su calor,
A tajadas ,a tajadas viles.
Veo el miedo en mis manos,
Cruzo mi cuerpo corriendo
Como caballos alados ebrios,
Es necesario el cielo,
Es necesario el vuelo,
Pero no se puede volar en el cielo,
En mis manos se enredó mi pelo,
Mi espigado cabello
por donde caminan los astros,
los astros extensos.