Sollozo esparcido en las paredes
Amedrentando mi voz
Cuajándose en la garganta
Sollozo y postrimería del alma que expulsa una boca
Boca densa asediada de montaraces
Una boca ruinosa explotando sus dientes
Y seduciendo a la tumba con su lengua.
Es una morada sin embargo no es ajeno a un sepelio
Las miradas torvas andan aladas sobre las cabezas
Y lengüetas de polvo suben y bajan por la espina dorsal,
Lastimosamente estas paredes son tumbales
El llanto desperdigando los ojos lo ha hecho
El piso se llena de las sombras de flores entumidas de frío
Frío que sale del llanto horroroso de la agónica
De su Azarosa melena negra de reflejos blancos
De sus ojos abiertos y asustados
Desde donde veo un poco del reflejo
de sus antepasados turbios.