viernes, 26 de agosto de 2011

La mosca

  
mis ojos captan tu estremecimiento
como la mosca va ganado el palpito
y como su mustias alas
estorban en tu tímpano,
te adverti del suplicio
de vivir entre el estropicio
dejaste tus manos colgando
en la quietud
herró el cielo bajo tu cabeza
y sus nubes orinaron tu cabellera
deformaste el rostro
como lo haces los días
en que sangras más de lo debido
es ahí, 
entre la sangre
donde la mosca se revuelca
con sus miles de ojos
centelleantes,
desafian la epidermis
desafian la médula
entran hasta el punto extinguido de tu alma
a posar sus patas quisquillosas
para demoler
con su grotesco zambullir
esa alma pura
que no renace
que no se expresa
y por eso se llena de moscas,
el silencio si no se hace palabra
se transforma en mosca,
gimiendo el pecho
sudará tu ahorcamiento
sin gritar, sin mover un rasgo
vi tu melena flexible una noche
en que las calles parecian melosas
a mis ojos
y pensé que por fin movias tu cuerpo
no era asi
era ese viento
que viene cuando se abre la tumba
y la muerte te sale a buscar,
te crei ver punzando tus senos
como la mujer certera que eras
y era la turba de moscas
llevándote en sus zumbidos negros.

Costra



Ves esa protuberancia que desprende oxido?
¿La ves querido?
Si has de amarme es esto lo que veras
De vez en cuando
Cuando la amargura de vuelta
En mi frente presionada,
Ves aquel mole caprichosa
Que es como una llama
Viscosa y roja.
Has de morderme los huesos
Has de lavarme
La sequedad de la herida,
La costra que sulfura tu cabeza
Yo la llevo en el alma,
Sobre mi piel bohemia
Sobre mi sudor cristalizado
En tus sueños,
Sube como la espuma
A mi boca salada
Baja como la marea
A mi inmoral recipiente
Veras mi condena
Veras la dureza de las palabras
Allí tangibles como rocas rojas
Casi divino, sumamente diabólico
Usa si quieres dagas, fósforos o astillas
Usa tus dedos si así lo quieres
Pero escarba en mi herida
Ábrela como si fuera un libro prohibido
Se la pala celestial que me deje libre
De remordimiento,
De mi misma, de mi historia.

Yo te nutro de mi saliva
No soy bella
Es mas,
Me parezco
A los pies de Venus,
Yo te ensueño la razón
Con mi mano frenética
Con mi voz de láudano
Soy una mera elección
Malísima
Malsana
Tu elección,
Primitiva de pechos blancos
Yo te ofrezco mi sombra de sombrero
Y mi piel de alfombra,
No soy luminosa
Mas bien llena de cuevas
Soy tu misma sangre loca
Tu,
Mismo frenesí,
Yo te salvo de mi
Alejándote
Soledoseando mi cuerpo
Para reparar en ti
Cuidar tu todo
De mi nada.


Parada ante ti
Estoy
Mendigando
Alucino contigo
Como si no fuera uno
Sino una turba
ígnea
Que se va sobre mi
Hasta mis más pequeñas
Entrañas,
Arrasando
Con mi vientre
Voy saciada de abismos
A un infierno deleitoso
Lleno de nuestros ojos
Lubricados entre brumas
Que me entran
Por las sienes
Y no pienso en mi
Ni pienso en ti
Sino en ambos
Una sola carne
Oliendo a tajos
Comiendo otros tajos
Que quedaron regados
Sobre la tierra erótica.

Trasmutación


Por casualidad aveces soy un tronco viejo,
Ladeado,
Como invocando al vuelo,
Impreciso en el contorno,
Sin medidas ni colores,
Sólo un tronco viejo.

A mi lado,
El rocío se convierte en pájaros traslúcidos,
Las hojas se vuelven ojos rasgados,
Orientales de pupilas verdes;
A un lado de mi herida un zorzal hace su nido.

Viene de todas partes el viento,
Viene del sur,viene del norte,
Y del norte junto con el sur,
Es un torbellino en la mirada
Lo que derrama tantas lágrimas.

Desde abajo todo se ve grande,
Aunque no lo sea,
Y desde arriba,
No se puede ver nada.

Mente con Agua


Dentro de mi mente hay un océano lleno de peces ,
Alados peces negros,
Que en las alas tiene espinas,
Tocan por dentro de mis sienes con sus bocas ,
Con sus bocas amarillas,

Mi mente huele a chamusquina,
Y mi cara traza mundos nuevos.
Hoy es demasiado día,
Brumas sordas atrapando los cometas,
Algas del cielo cubriendo las estrellas,
Saliva amarga y negra cegando la luna.
Mi hogar es una caldera roja,
Mi hogar es un laberinto.

                                     Puedo olvidar mi nombre
jamás mi desidia,
un simple vágido del aire
despierta todos mis nervios
en extrañas situaciones
que escapan de mi razón.
¿De qué manera puedo decir quién soy?,
alarmar a la población de mi pandemia melancólica,
yo no quiero expandir mis fauces
a la multitud.
Indómito,el pecho se cuaja en sangre,
Miel de alabastro recae en la mejilla,
En la mejilla desvariada,
Tengo pequeño el corazón,
De tanto ver en él dolor,
Mis ojos,tristes frutos secos,
Mis ojos,requieren la compañía,
De un poco de tierra húmeda.
Un poco de tierra en el oído,
Un charco de espuma azul en el corazón,
Estoy bebiendo su calor,
A tajadas ,a tajadas viles.
Veo el miedo en mis manos,
Cruzo mi cuerpo corriendo
Como caballos alados ebrios,
Es necesario el cielo,
Es necesario el vuelo,
Pero no se puede volar en el cielo,
En mis manos se enredó mi pelo,
Mi espigado cabello
por donde caminan los astros,
los astros extensos.

PREMONICIONES


 Los árboles ardían como en el diluvio
Filas de naturaleza humeaban
 jadeando de dolor ígneo,
Los humanos corrían
y los animales escondidos
entre las faldas de sus amos
Sentían mucho antes el fin.
Los ataúdes se hicieron miles
Dominaron los suelos los cadáveres
El rocío fue sangre y la tierra carne.
A la tierra sólo pisaron los cuervos
Mayestáticos poblaron los valles,
El cemento evanescente se volvió
Y el rebaño perdido se perdió para siempre,
Lejos de su pastor,lejos.
Las escaleras retrocedieron
Los motores dieron su último extertor inflamable,
Y los techos abieron sus fauces
Al fuego,al hielo,
a los ángeles y demonios.
Ahora los hombres tendrán que elegir
Si al cielo o el infierno quieren ir,
En el fuego el mar lujurioso
En el hielo la razón y la calma,
Con los ángeles dormir
O con los demonios festegar.

ASPECTO DE SOMBRA


¡Vaya! qué complejo andrajo
El que trae aquella sombra repugante

No hay nada en sus contornes
Que sea armónico o bello,

Da un paso desiquilibrado
En brasas, en ascuas perfectas,

Leí en su pesadumbre corporal
Que ya no habia vida en su interior,

¡Qué horror!
Fulgurante sonrisa boba
Que me ha regalado la sombra
Macabra situación;
La acepto con terror.

OJOS PEGADOS


Hay unos ojos pegados al espejo,
Derramando sus pupilas de ajenjo
Por las mejillas
Palidecidas,
La forma corporal se va
Los ojos azorados se quedan,
Tenues,
Se quedan,
Estériles.

Al que me lea


Lector dudoso de mi
Aclarare tu duda antes
que cante el horizonte
Sus miles de colores
entorpeciendo mi vision nocturna.
Mi voz es acida
Mis manos saladas
En mis ojos la migraña elaboro venas
Asi me veras en el estropicio
En la maraña de palabras
Que estoy deshidratando,
Tengo agua en los pezones
Ellos…. ebrios culpan a los hombres,
Mi alma es como la alquimia,
Nunca encontraras el mineral preciso
Para convertir esta piel que se borra
En oro inmortal.
Doy la mano a esa aire que lleva fósforos
Para quemarme
El remordimiento de mi carne
Suele olerse en otras ciudades,
Cuando el viento cambia de direccion
por el norte lleva mis senos y
Por el sur trae mi vientre,
Es que en la frente los zurcos gritan: hereje!
En el rostro de repente vino el encono
A gritarme: aquí estas maldita criatura!
Trae ,me dijo, tu belicosidad lirica
A el lago de agua ardiente
Trae tu lengua satira a la boca del muerto!
Esta es la muerte, me dije.
Lector dudoso
Abre los ojos, alarga tus cuencas
Pide tristeza para entederme
Y hacete costra languidecida sobre peñascos
Peñascos que son años enteros
De silencio.
Soy silencio lector mio
Silencio que congoja la lengua de mi madre
Silencio que emite…. Que deja sorda a la humanidad.
Soy mas y menos de lo que has leido
Soy pequeña y grande,
Blanca y negra,
Soy todo menos la vida.

Es que no nos entendemos.


Yo… iracunda, busqué el papel calmo
Uno que se pareciera al mar dormido
Para trazar mi huella humana
Sobre el lívido destino
Que nos aguardaba,
No saber de que hablo
Es la bofetada que siente el lector
Que si digo: vómito!
No me refiero a la indigestión del esófago
Sino al torbellino rústico de la mano
Mi mano que escupe sus dedos fracasados
Y los convierte en letras.
Es que no nos entendemos,
Yo…difunta de las olas
Tu…viviente de la tierra
Hay miles de límites abarcándonos,
Si quieres cruza a mi mazmorra
Pero te advierto: es un camino divino sin retorno
Donde tu frente y tu mano
Tendrán hambre todos los días
Y se consumirán hasta los huesos
En el eterno trizar de los pensamientos
Sobre la hoja desnuda
Que yo he vestido de harapos.
Es que no nos entendemos
Porque agoto el frío en las sienes
Hasta que estas me den lo que yo quiero :
Misterio, aglomeración de sangre.
Quiero condena, martirio
Tú quieres vivir y ser feliz
Mientras yo me adelanto a la muerte
Enredando al insomnio mi cabello.
Por esas razones vagas
Es que no nos entendemos.

La caida de las alas


Cuando en vaivenes
Los tajos vienen
Con sus rayas rojas
dementes
Succionan la palides
Y la caida
Es frágil
reventando el aire
De sangre eterna
De policromas alas
En el suelo
Que adormecido
Deja caer las plumas
Mas abajo de la tierra.
Atrás vienen las navajas
Haciendose brisa
Viene el veneno creyendose rocio
Y viene la tierra en forma de entraña
Carcomiendo desde adentro.
Caen las alas cuando
Miro hacia atrás
Mis ojos son trozos de espejos
Donde se ha reflejado el mismo diablo
Y donde su concubina orino
Yo fui a posar mi cuerpo
Derramado en sudor
Hastiado de rumores
Hize lo mio
La muerte trajo vino
Puertas contorsionadas
Paredes arrugadas
Suelo infértil
Acumulación de espermas diabolicos;
Mi suelo esta preñado de sucubos
Y no temo por doquier
Mas bien por querer cai
Mis alas afectadas
Mire en la atmosfera
Y crei ver a dios vomitando dentro de la luna.