viernes, 26 de agosto de 2011

PREMONICIONES


 Los árboles ardían como en el diluvio
Filas de naturaleza humeaban
 jadeando de dolor ígneo,
Los humanos corrían
y los animales escondidos
entre las faldas de sus amos
Sentían mucho antes el fin.
Los ataúdes se hicieron miles
Dominaron los suelos los cadáveres
El rocío fue sangre y la tierra carne.
A la tierra sólo pisaron los cuervos
Mayestáticos poblaron los valles,
El cemento evanescente se volvió
Y el rebaño perdido se perdió para siempre,
Lejos de su pastor,lejos.
Las escaleras retrocedieron
Los motores dieron su último extertor inflamable,
Y los techos abieron sus fauces
Al fuego,al hielo,
a los ángeles y demonios.
Ahora los hombres tendrán que elegir
Si al cielo o el infierno quieren ir,
En el fuego el mar lujurioso
En el hielo la razón y la calma,
Con los ángeles dormir
O con los demonios festegar.

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